miércoles, 22 de marzo de 2017

Juan 15:13


Dicen por ahí que no es lo mismo saber que se ama que sentirlo. Amar no es un sentimiento intangible, todo lo contrario, es un sentimiento lleno de detalles y muestras de cariño, afecto, lealtad, confianza, respeto, paciencia y un sinnúmero de demostraciones. Desde un saludo, una simple llamada, un abrazo, un mensaje, un dejar el orgullo y pedir perdón, un volver a empezar de cero por que la otra persona nos importa. Estar dispuesto a renunciar para servir a otro.

Los seres humanos somos seres relacionales, nos gusta socializar y establecer vínculos. Unos más profundos que otros, pero creo que no existe nadie en el mundo que no tenga amigos o si fuese el caso serían muy pocos los hombres que no se relacionasen con absolutamente nadie. Así que si tenemos amigos, somos amigos, entonces tenemos familia, tenemos hermanos.

Amar y perdonar a los demás debería ser un ejercicio diario. Dar lo mejor de nosotros mismos para el bienestar de otro, como lo hizo Jesús con nosotros. Dar su vida por amor para que tú y yo fuésemos salvos es el mejor regalo que Dios nos ha dado.

¿Tienes amigos? ¡Cuídalos!
¿Tienes amigos? ¡Valóralos!
¿Tienes amigos? ¡Respétalos!
¿Amas a alguien? ¡Recuérdaselo!
¿Amas a alguien? ¡Escúchalo!
¿Amas a alguien? ¡Perdona sus errores!

Amar a lo que nos aman, ¿Qué mérito tiene? dijo el Señor. Él nos pidió algo más grande y más fuerte: Amar a quien no lo merece, amar a nuestros enemigos, amar a quien nos odia. Difícil ¿cierto? ¿Cómo podemos amar a nuestros enemigos? ¡Imposible! Podemos pensar que Jesús pudo hacerlo porque era el Hijo de Dios y para él todo era posible. Amar a quién le entregó y traicionó a la vez que a sus verdugos ¡Pues no! Es una excusa inmadura. Él nos hizo especial hincapié en este mensaje porque amar a quien no lo merece es alcanzar la perfección del amor. Amar a quien no lo merece, amar a quien se ha burlado y reído de nosotros es la demostración más grande de la nobleza de nuestro corazón y de la dependencia del Señor porque imitamos su carácter.

Aprendamos de su amor y eterna fidelidad. Aprendamos de su misericordia y paciencia. Aprendamos de su nobleza y misericordia para comportarnos con los demás como él ha sido y es con nosotros.

Que el Señor te muestre su amor constante y su fidelidad”
(2 Samuel 15:20)

¿A quién vas a amar hoy? ¿A quién vas a cuidar hoy? ¿Por quién darías tu vida?


¡Gracia y Paz!

Laura Sánchez.

jueves, 9 de marzo de 2017

Juan 14:23


"Si alguno me ama, obedecerá mis enseñanzas. Mi Padre lo amará, y vendremos a vivir en Él (Juan 14:23).

Este capítulo empieza con Jesús prometiendo que volverá al cielo a preparar un lugar para nosotros. Ahora, sin embargo, quiere que sepamos que no tenemos que esperar a llegar al cielo para estar en la presencia de Dios. Mientras amemos a Dios y obedecemos su Palabra, Él vendrá y hará su hogar con nosotros. ¡¿No es un pensamiento increíble y lleno de gracia que Dios, el Creador del universo, el Santo de Israel vive en mí?!

Oración: 
Por tu presencia constante dentro de mí, O Dios, te agradezco y te alabo. Que mi vida refleje la santidad y gracia de tu presencia en todo lo que hago, pienso y digo. En el nombre de Jesús, Amen.


¡Gracia y Paz!

La Luz del Alma

miércoles, 8 de marzo de 2017

1 Corintios 6:9-10


¿AMAS LA VIDA?


¿Amas la Vida?
Entonces no malgastes el tiempo porque ese es su principal ingrediente.



Salmo 89:47
"Recuerda cuán breve es mi vida".
Job 7:7
"Recuerda, oh Dios, que mi vida es un soplo, mis ojos no volverán a ver el bien".
Job 10:9
"Acuérdate ahora que me has modelado como a barro, ¿y me harás volver al polvo?"
Job 14:1
"El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones",
Salmos 39:5
"He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo".


¡Gracia y Paz!
Renuevo de Plenitud