jueves, 1 de enero de 2015

Mateo 6:7-8



Mateo 6:7-8
"Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis".


¡Gracia y Paz!

¿POR QUÉ TE CUESTA PERDONAR, SI ÉL YA TE PERDONÓ?



Síguenos en:

¿DAS GRACIAS A DIOS POR LO QUE HA HECHO EN TU VIDA?


¿DAS GRACIAS A DIOS POR LO QUE HA HECHO EN TU VIDA?

1 Samuel 7:10-12
“Mientras Samuel estaba ofreciendo el holocausto, los filisteos se acercaron para pelear con Israel. Mas el Señor tronó con gran estruendo aquel día contra los filisteos y los confundió, y fueron derrotados delante de Israel. Saliendo de Mizpa los hombres de Israel, persiguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta más allá de Bet-car. Entonces Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ha ayudado el Señor”

Desde su liberación de la esclavitud en Egipto, Dios había librado al pueblo de Israel de situaciones verdaderamente difíciles. Esta escritura nos narra acerca de la ocasión en que los israelitas fueron atacados por los poderosos ejércitos filisteos, y el Señor se manifestó por medio de una gran tormenta de rayos y truenos que los atemorizó, y los hizo huir, dándoles la victoria al pueblo de Israel. Fue entonces cuando el profeta Samuel tomó una piedra y, como recordatorio, la puso en un lugar y le llamó “Eben-ezer”, que quiere decir “piedra de ayuda”, y allí dijo: “Hasta aquí nos ha ayudado el Señor”

El año 2014 terminó ayer. En los doce meses ya transcurridos, la gran mayoría de nosotros pasamos por situaciones difíciles, tristes, frustrantes o desalentadoras, ya sea en el aspecto económico o en el aspecto sentimental o espiritual. Cuando miramos atrás, y vemos que todo aquello ya pertenece al pasado, y que Dios nos ha permitido finalizar un año más en nuestras vidas, bien podemos decir cada uno de nosotros como lo dijo Samuel: “Hasta aquí nos ha ayudado el Señor” (1 Samuel 7:12)

Alabado sea el Señor, porque nos da la oportunidad de continuar con nuestra jornada por este mundo. Sigamos hacia adelante y tengamos presente que en este nuevo año que hoy comienza también vamos a pasar por dificultades, problemas y adversidades. Y esto no debe tomarnos por sorpresa, pues Jesús nos recuerda: “En el mundo encontrareis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Así que no se trata de si vamos a encontrar aflicción o no; se trata de cómo nos vamos a enfrentar a esa aflicción. Los que hemos creído en Cristo debemos hacerlo por fe. Eso es lo que nos dice Jesús que hagamos: “Confiad”. Simplemente porque él venció al mundo, venció a Satanás y todos sus demonios, venció todo lo que puede hacernos daño a nosotros sus seguidores. Mediante la fe en Cristo podemos seguir hacia adelante en plena confianza de que llegaremos a nuestro destino eterno.

Demos gracias al Dios Todopoderoso y Misericordioso por habernos ayudado hasta aquí, y démosle gracias también porque podemos contar con él en el camino que tenemos por delante. No sabemos qué nos espera en el futuro próximo, pero Dios sí lo sabe, y sabemos que él está en control de todo lo que existe en el universo.

Pongamos nuestras vidas en las manos del Señor, confiemos plenamente en que él nos ayudará a vencer las dificultades y nos dará la victoria conforme a su voluntad y a sus planes en nuestras vidas. Sigamos adelante. “Caminemos por Fe, no por vista” (2 Corintios 5:7). Dios nos ha prometido estar con nosotros, y no nos desamparará, ni nos dejará (Hebreos 13:5). Sigamos el consejo del Salmo 37: “Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y él hará”.

Oración:
Amado Padre Celestial, gracias por todas tus bendiciones, tu ayuda y tu protección durante el pasado año. Hoy que me has dado la oportunidad de iniciar este nuevo año, quiero echarme en tus brazos y confiadamente permitir que me lleves, me sostengas y me guíes en todo lo que sea tu Santa y perfecta voluntad. En el santo nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!
Dios te Habla