miércoles, 15 de octubre de 2014

2 Crónicas 6:14



2 Crónicas 6:14
“Yahweh Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón”

Esta fue una oración nacida en lo más profundo del corazón del rey Salomón cuando iban a dedicar el templo de Jerusalén. No se esforzó en decir cosas hermosas nada más por decirlas, sino porque salían de su ser, de la experiencia vivida con Dios. Igual nosotros cuando oremos debemos hacerlo sin decir palabras rebuscadas con la intención de tocar a la fuerza el corazón de Dios, como si quisiéramos manipular su voluntad. Basta con que expresemos lo que nace en nuestro corazón, porque orar es hablar con Dios.

Si dispones de un poco de tiempo, por favor lee 2 Crónicas 6:14-39 y descubrirás al menos doce atributos de Dios que resaltó este gobernante de Israel:

1. Dios es grande y soberano (v. 14)

2. Dios cumple sus promesas (v. 15)

3. Dios tiene poder ilimitado para cumplir sus promesas (vv. 16, 17)

4. Dios es santo (v. 18)

5. El amor de Dios por nosotros no tiene límites (vv. 19, 20, 42 b)

6. Dios escucha nuestras oraciones (v. 21)

7. Dios nos hace justicia si se lo pedimos (v. 22)

8. Dios nos perdona cuando hay arrepentimiento sincero (v. 23, 31)

9. Dios nos concede lo que le pedimos (v. 32, 33)

10. Dios nos defiende de los enemigos (vv. 34, 35)

11. Dios nos rescata de la cautividad (vv. 36-39)

12. Dios nos bendice siempre

Es necesario que conozcamos a Dios como realmente es, no como ese Dios castigador, sino como el Padre amoroso que es; un Dios que está atento a las oraciones de sus hijos y responde con poder.


¡Gracia y Paz!

Efesios 4:29



Efesios 4:29

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca; sino la que sea buena y sirva para edificación, para que dé gracia a los oyentes”.

ORACIÓN



¿Quieres conocer a Dios? Conoce a su Hijo Jesucristo, el Verbo encarnado, la Palabra revelada, el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma de su sustancia. ¿Y cómo puedes conocer a Jesucristo? Escudriñando la Palabra de Dios, meditando en ella diariamente, orando, pidiendo espíritu de sabiduría y revelación. Cuando hagas esto cada día de tu vida, el Espíritu Santo irá creando en ti las condiciones para que puedas “ver” a Dios revelado por medio de su palabra y de su santo Hijo Jesucristo.

ORACIÓN:

Padre santo, yo anhelo conocerte y vivir en comunión contigo. Te ruego me des espíritu de sabiduría y revelación para poder verte de la manera en que tú quieres que yo te vea y te conozca. En el nombre de Jesús, Amén.

¿HAS SENTIDO LA REVELACIÓN DE DIOS EN TU VIDA?



¿HAS SENTIDO LA REVELACIÓN DE DIOS EN TU VIDA?

Hebreos 1:1-4
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos”.

Mucha gente del mundo tiene conceptos distorsionados en cuanto a Dios, y por esa razón su perspectiva de la vida es equivocada. Muchos creen que es muy difícil conocer a Dios, y lo perciben como algo imposible de alcanzar. Sin embargo, lo cierto es que Dios desea revelarse a la humanidad y tener una íntima relación con toda su creación, por lo tanto él está muy interesado en darse a conocer al mundo. Esto lo vemos claramente a través de toda la Biblia. Por ejemplo, en la escritura de hoy, el autor de la carta a los Hebreos nos dice que Dios habló “muchas veces y de muchas maneras” a su pueblo a través de los profetas. El problema fue que el rebelde pueblo de Israel no prestó atención a sus palabras, rechazando, por tanto, los planes de bendición que Dios tenía para ellos. En Isaías 48:17-18 encontramos esta afirmación: “Así ha dicho Yahweh, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Yahweh Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar”.

Yahweh Dios se revela a nosotros también a través de su creación, del mundo físico que nos rodea. El Salmo 19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. Ellos nos hablan de su gloria y su majestad. El viento, las olas, los huracanes y los terremotos demuestran la fuerza y el poder de Dios. Las diferentes estaciones del año con sus diversos matices, el sol, la luna y las estrellas nos muestran el genio creador de nuestro Hacedor.

También Yahweh Dios decidió revelarse a sí mismo, a través de la conciencia del hombre. Aún aquellos que no conocen su ley, saben por instinto qué es bueno y qué es malo. Dice Romanos 2:14-15: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”. Hay ateos que nunca robarían, matarían o violarían. Este principio proviene de Dios, quien ha inculcado un sentido moral en la conciencia de todo hombre. Claro que estas personas siguen los dictados de su conciencia, pero dudan de la existencia de Dios y por lo tanto no llegarán a conocerlo.

La máxima revelación de Dios a la humanidad ha sido a través de su Hijo Jesucristo, quien dejó su gloria para tomar forma de hombre, y revelarse ante nosotros. Dice el pasaje de hoy que Jesucristo es “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia”. Y en Juan 14:7, Jesús les dice a sus discípulos: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto”. Entonces Felipe le dice al Señor que les muestre al Padre, y Jesús le contesta: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).

¿Quieres conocer a Dios? Conoce a su Hijo Jesucristo, el Verbo encarnado, la Palabra revelada, el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma de su sustancia. ¿Y cómo puedes conocer a Jesucristo? Escudriñando la Palabra de Dios, meditando en ella diariamente, orando, pidiendo espíritu de sabiduría y revelación. Cuando hagas esto cada día de tu vida, el Espíritu Santo irá creando en ti las condiciones para que puedas “ver” a Dios revelado por medio de su palabra y de su santo Hijo Jesucristo.

ORACIÓN:
Padre santo, yo anhelo conocerte y vivir en comunión contigo. Te ruego me des espíritu de sabiduría y revelación para poder verte de la manera en que tú quieres que yo te vea y te conozca. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla