martes, 12 de febrero de 2013

¿SE ESTÁN PONIENDO MUY MALAS LAS COSAS?



Éxodo 5:4-9
“Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas. Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas. Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas”.

El pueblo de Israel llevaba mucho tiempo sufriendo bajo el yugo opresor de los egipcios. Dios oyó su clamor y decidió liberarlos de la esclavitud y llevarlos a una tierra muy buena que él les daría. Entonces encomendó a Moisés la tarea de sacarlos de Egipto y llevarlos a la tierra prometida (Éxodo capítulo 3). Siguiendo las órdenes del Señor, Moisés y su hermano Aarón se presentaron ante Faraón y le dijeron: “Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto” (Éxodo 5:1). El pasaje de hoy nos narra la respuesta de Faraón a la osada proposición de ambos. El rey acusó a los esclavos hebreos de holgazanear en el trabajo y ordenó que les multiplicaran el trabajo. Y la situación pasó de mala a terrible.

Entonces algunos de los israelitas se acercaron a Moisés y a Aaron y se quejaron diciéndoles: “Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten” (Éxodo 5:22). Todo esto fue un duro golpe para la fe de Moisés. Ciertamente él no esperaba que las cosas se pusieran peor de lo que estaban. Humillado y decepcionado, Moisés clamó a Dios en medio de su amargura y le pidió una explicación: “Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo”.

En su frustración, quizás Moisés llegó a dudar de la promesa que Dios le había hecho, y se quejó ante él. Pero en realidad nadie estaba malogrando o interfiriendo en los planes del Señor. Antes de que las condiciones mejorasen para sus hijos, Dios los estaba probando permitiendo que su sufrimiento aumentase. Él estaba moviendo las circunstancias conforme a los planes que tenía para su pueblo. Claro que ahora, conociendo el final de la historia, resulta muy fácil para nosotros ver la mano de Dios moviéndose a favor de su pueblo. Pero cuando somos nosotros los que estamos en medio de la tormenta, nos resulta muy difícil ver la luz del amanecer. Es aquí cuando la fe resulta tan importante, pues solamente por fe podemos tener “la certeza de lo que esperamos, la convicción de lo que no se ve”, dice Hebreos 11:1.

A veces puede parecernos que la esperada respuesta a nuestras oraciones está tomando demasiado tiempo, sobretodo si estamos muy ansiosos de que la situación cambie. Aun cuando somos obedientes a Dios, los cielos de la adversidad podrían no despejarse de inmediato. Hasta pudiera ser que las cosas empeorasen, como les sucedió a los israelitas. Y quizás nos quejamos y protestamos, como hicieron ellos. Pero ¡alabado sea el Señor!, pues él ha prometido que su gracia nos sostendrá y estará con nosotros hasta que pase la tormenta. No olvides que cuando se aproxima el amanecer, la noche se torna más oscura.

Si tú has puesto tu problema delante del Señor, y has confiado en él, y estás esperando en él, y aún no te ha contestado o más bien se ha empeorado la situación, mantén firme tu fe porque con toda seguridad Dios está preparando para ti algo mucho más lindo y completo de lo que tú eres capaz de imaginar.

ORACIÓN:
Bendito Dios, gracias por tu Santa Palabra que nos muestra tu fidelidad y tu amor infinito para con tus hijos. Ayúdame a creerla de todo corazón y a aplicarla en mi vida, sobretodo en situaciones difíciles en las que la fe flaquea. Que tenga yo la convicción absoluta que dentro de la tormenta está tu mano poderosa, y que pronto estaré disfrutando de un precioso amanecer. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

DÍA DE REPOSO: ¿SÁBADO O DOMINGO?



Amados hermanos y Hermanas, Este tema, por la importancia que reviste, requiere de un estudio y análisis concienzudos, por lo que me permito animarlos a que lo lean con detenimiento  y sin prejuicios doctrinales. Cualquier comentario se los voy a agradecer, ya que yo no soy el Non-Plus de la Sana Doctrina, yo también estoy aprendiendo de todos ustedes. (Carlos Martínez).

Algunos grupos de cristianos insisten en que los creyentes en Cristo nacidos de nuevo bajo la dispensación del Nuevo Pacto deben estar sujetos a la ley de Moisés especialmente en lo que se refiere a guardar el día Sábado. Muchos de ellos no cesan de hostigar y condenar a aquellos creyentes que no van al edificio de reunión de la iglesia el día Sábado. Ellos aseguran que la identificación de un verdadero creyente está en guardar este día en particular.  Eso es tan cierto que algunos han declarado sin ninguna base bíblica que el Sábado es el "sello de Dios" y que en el último tiempo solo aquellos que guarden el Sábado serán salvos.

Algunos de estos hermanos en Cristo han creído lo que sus líderes le han enseñado y lo viven por sincero temor y miedo a ofender a Dios y perder su estado de favor o gracia ante Él.   Muchos que guardan el Sábado argumentan que fue la Iglesia Católica Romana la que se tomó la autoridad de cambiar el día de Reposo de Sábado para el día Domingo en el siglo IV bajo el gobierno de Constantino.  Lo cierto es que NO fue la Iglesia Católica la que anuló el Sábado, sino que fue el Espíritu Santo mismo quien inspiró a los escritores del Nuevo Pacto para esto.

Bajo el Nuevo Pacto, en ninguna parte se ordena a los cristianos a observar el Sábado, pero si se le amonesta y reprende por hacerlo. A continuación una lista de citas bíblicas bajo el Nuevo Pacto en el cual se prueba que la enseñanza apostólica era que el Sábado no se debía de observar como principio cristiano ni de identificación alguna para el pueblo de Dios.

No condenamos aquellos que observan el Sábado pero tampoco aceptamos que se nos predique e insista a tal práctica como mandamiento requerido bajo el Nuevo Pacto, ni mucho menos como SEÑAL de un verdadero cristiano. ¡Somos salvos por GRACIA por medio de la fe y no por las OBRAS de la ley!

La ley de Moisés contenía en si mandamientos y ceremonias que miraban o apuntaban hacia Cristo, cosas las cuales Dios llama en su Palabra, "Sombra de lo que había de venir".  Una vez que Cristo vino, ya estas sombras son innecesarias, pues han perdido su razón de ser y de existir. A diferencia de muchos llamados creyentes creemos que la ley de Dios es perfecta y perpetua pero también entendemos que el "día Sábado" era una de estas sombras que habían de cumplirse y que tenían un significado en Cristo.

Gálatas 4:1-11 “Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros”.

Pablo estaba preocupado con la Iglesia de los Gálatas y llegó a pensar que quizás había perdido su tiempo (trabajado en vano) con ellos porque todavía NO MADURABAN, NI CRECÍAN ESPIRITUALMENTE para aceptar la realidad de la libertad en Cristo Jesús. Ellos todavía seguían apegados a la ley de Moisés y a la idea de GUARDAR el Sábado, y los demás días de fiesta instituidos en la Ley Mosaica.

En el verso cinco Pablo les aclara a los cristianos de Gálatas que Cristo vino para redimir y vivió bajo la Ley para REDIMIR (comprar, rescatar) a los que estaban bajo la ley para que pudieran ser hechos HIJOS LIBRES con el Espíritu en los corazones. NO que antes no hayan sido hijos pero eran hijos esclavizados tal como lo dice en el verso uno: "el heredero es niño, en nada difiere del esclavo... Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos esclavos bajo los rudimentos del mundo". 

Gálatas 4:12-24 “Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros. Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar”.

Nótese bien, en el Monte Sinaí (Tipo de esclavitud) se dieron los diez mandamientos…

Gálatas 4:25-26 “Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”.

La madre, patria o pacto de los Cristianos es la Jerusalén Celestial

Gálatas 4:27-29 “Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora”.

La Palabra de Dios se cumple al pie de la letra. De la misma manera en que Agar (la ley terrenal del monte Sinaí) perseguía a Sara (la ley celestial de la Jerusalén de Arriba) es ahora. Los que insisten en guardar la ley y los Sábados persiguen a los que han sido libres de la esclavitud de la ley…

Gálatas 4:30-31 “Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre”.

Este es el mandamiento para todos los cristianos. ¡Echa fuera el "legalismo" para que seas libre!  ¡Somos cristianos nacidos de arriba, de Dios y en Libertad!

2 Corintios 3:1-7 “¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer”.

El apóstol Pablo habla claramente que la Gloria de lo que estaba ESCRITO EN PIEDRAS había de perecer. Lo único que ha sido escrito en Piedras fue ¡Los Diez Mandamientos! El pacto de Moisés es llamado el ministerio de la MUERTE Y LA CONDENACIÓN.

2 Corintios 3:8-9 “¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación”.

2 Corintios 3:10 “Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece”.

Lo que perece son los diez mandamientos y la ley de Moisés con toda su gloria…

2 Corintios 3:12-18 “Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.

Este es el llamado del CRISTIANO, ser cada día mas y más como el Señor por medio del Espíritu y la transformación de nuestra mente.

Colosenses 2:16-17 “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.

El Apóstol Pablo nos dice muy claramente que: Los días de fiesta, los días de luna nueva, y los DÍAS DE REPOSO judíos eran SOMBRA O TOPOLOGÍA de la realidad que es en Cristo.

Hebreos 4:1-2 “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron”.

Estar en el verdadero reposo es ¡Estar EN CRISTO por medio de la fe!

Hebreos 4:3-9 “Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”.

Queda un reposo para el pueblo de Dios. Ese reposo es estar EN CRISTO por medio de la fe. A medida que los ESCOGIDOS (El pueblo de Dios) creen en Cristo, ¡ENTRAN EN EL REPOSO!

Hebreos 4:10-11 “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”.

Los desobedientes al evangelio que no creen en Cristo no entran al verdadero reposo de Dios!

Romanos 14:1-6 “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios”.

Así que ninguno nos obligue a guardar Sábados ni días especiales como prueba de nuestra cristiandad, pues el que tal cosa hace es el débil que trata de imponer sus flaquezas en los demás.

Romanos 14:7-23 “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. No sea, pues, vituperado vuestro bien; porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado”.

Dios tuvo la oportunidad perfecta para imponer el día Sábado a la iglesia y no lo hizo. En el concilio de Jerusalén cuando se debatía si los creyentes debían de guardar la ley o no, después que todos hablaron acerca de las cosas que Dios estaba haciendo entre los gentiles, Jacobo, LLENO DEL ESPÍRITU SANTO, habló y dijo:

Hechos 15:28-29 “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien”.

En resumen:

1. Libres de Idolatría

2. Libres de Inmundicia

3. Libres de Inmoralidad sexual

Se da cuenta que el cambio del Día de Reposo fue inspirado por el Espíritu Santo y los Apóstoles, y no por Roma, ni Constantino, ni los Papas...

Hechos 15:1-31 “Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta; habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación”.  


NO PASARA NI UNA JOTA NI UNA TILDE DE LA LEY

Después de haber presentado la enseñanza de los apóstoles respecto a la ley y al Sábado, ahora veremos que fue lo que quiere decir Cristo cuando dijo que no pasaría ni una jota ni una tilde de la ley hasta que todo se cumpliese.

Mateo 5:17-19 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos”.

Aquí tenemos un aparente problema, hemos visto que Pablo amonestó a los cristianos de Gálatas que guardaban el Sábado y dijo a los Romanos que el que hacia diferencia entre día y día era débil, y también dijo a los Colosenses que no dejaran que nadie les juzgara por no guardar los días de reposo, los días de luna nueva y los días de fiesta. Todo esto es parte de la ley, el apóstol Pablo también enseñó que la ley con toda su gloria habría de pasar. El libro de Hebreos nos dice que la ley ha sido dada por vieja y que desaparecería.

En el concilio de Jerusalén "el Espíritu Santo" movió a Pablo, Pedro, Jacobo y los apóstoles y hermanos presentes a no obligar a los creyentes a guardar la ley de Moisés y solo le dieron tres mandamientos a seguir y de estos ninguno venia directamente de los diez mandamientos.  ¿Cree usted que el Apóstol Pablo será llamado él más pequeño en el reino de los cielos por haber enseñado tal cosa? ¿Cree usted que el Apóstol Pedro y Jacobo y los demás apóstoles y hermanos estaban en pecado y faltando a las palabras de Cristo en Mateo 5:17ss?  Yo no lo creo, en lo mas mínimo. Si alguien es llamado grande en el reino de los cielos ¡este es Pablo y este es Pedro!


¡LA LEY PERMANECE

Los apóstoles reconocieron la realidad de lo que muchos hoy no han llegado a entender. La ley permanece incambiable. El apóstol Pablo decía que la ley era buena y que era espiritual,  pero la ley esta para acusar y para corregir; para traer a la luz el pecado para que el pecador se encuentre condenado y al verse acusado por su estado de maldición, venga a Cristo.

Gálatas 3:19; 24-25 “Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa… De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe ya no estamos bajo ayo”.

Romanos 7:7-8 “¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; …porque sin ley el pecado esta muerto”. 

El propósito de la ley es el de exponer el pecado, por eso se llama el ministerio de la condenación y de muerte (2 Corintios 3:9) porque expone al pecador y lo declara en deuda con Dios,  condenado y muerto "porque la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23.) Una vez el hombre reconoce su pecado y su condición, entonces entra en vigor la gracia de Dios.

Los cristianos nacidos de nuevo han sido justificados por medio de la obediencia a Cristo. ¡En Cristo somos obedientes y cumplimos la ley! Por eso la ley ya no nos condena porque estamos “EN CRISTO”. Cristo fue obediente a la ley por eso nosotros los cristianos somos obedientes a la ley, porque la obediencia de Cristo se nos ha sido imputada. Nuestra obediencia viene, no por guardar el Sábado (las obras) sino por la fe en Cristo!

Esto es exactamente lo que nos enseña Dios por medio de Pablo. No como quienes estamos sin ley sino como quienes estamos bajo la ley del Espíritu. Cristo dijo que no vino a abrogar la ley sino a cumplirla (satisfacer a plenitud). A eso vino Cristo y eso hizo, lo que nadie había podido hacer Cristo lo hizo por nosotros. 

Romanos 5:18-20 “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.

Romanos 8:1, 10 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (…) Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia”.

Gálatas 3:10; 12-14 “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas (…) y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),  para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”.

El querer vivir bajo la ley es caer en condenación. Los que no están en Cristo SON CONDENADOS POR LA LEY… Los diez mandamientos y la ley perecen y han pasado para los que están en Cristo pues no tienen poder de condenarlos, pues Cristo con su obediencia nos justifico. Los cristianos hemos sido redimidos de la maldición de la ley y como dijo el Apóstol Pablo:

Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…”

Gálatas 3:11-14  “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”.

Sin embargo, Dios ha mantenido el principio de poner aparte un día de la semana. Por cuanto la gracia caracteriza esta época, no ha dado un mandamiento al estilo de aquél del sábado, pero sí ha mostrado en su Palabra que el primer día de la semana se distingue de tres maneras.

Primera: La resurrección de Jesucristo hace que el día sea distintivo, por cuanto todos los cuatro Evangelios especifican que fue el primer día de la semana que nuestro Señor resucitó de entre los muertos, Mateo 2:1, etc., y esta gran obra significa la realización del plan de redención.

Segunda: Desde la Fiesta de las Primicias, cuando Cristo resucitó de los muertos, transcurrieron cincuenta días [los judíos cuentan el primero y el último], de manera que había llegado el Día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los creyentes; compárese Hechos 2:1 con Levítico 23:15.

Tercera: Fue en el primer día de la semana que los creyentes primitivos se reunían para celebrar la Cena del Señor. Considerando que el Salvador resucitó en ese día y el Espíritu vino en ese día, es muy apropiado que sea el día en que el pueblo de Dios se congregue para partir el pan, Hechos 20:7, y anunciar la muerte del Señor hasta que Él venga, 1 Corintios 11:26.

Es en esta ocasión, según las Escrituras, que se efectúa la ofrenda. Sabemos por 1 Corintios 16:2 que cada primer día de la semana cada uno en la congregación pone aparte algo, según el Señor le haya prosperado, y que este “algo” constituye “la ofrenda de los santos”. Aprendemos que en el Nuevo Testamento esta ofrenda dominical es la aplicación del principio que prevalecía bajo la Ley, cuando los judíos traían de la abundancia voluntaria en sus manos, según Jehová su Dios les hubiere bendecido. Esto lo hacían cada año precisamente en el Día de Pentecostés (“la fiesta de las semanas”) según relata Deuteronomio 16:10.

En ninguna parte de la Palabra de Dios se habla del primer día de la semana como un sábado. Destacamos, sin embargo, que el creyente en Cristo da buen testimonio a sus prójimos, y beneficio a su propia alma, al respetar el carácter peculiar del domingo de una manera parecida a como el santo del Antiguo Testamento respetaba el día sábado. Es el Día del Señor, el día que le corresponde a Él, cuando el Espíritu Santo comenzó otra obra y cuando Dios desea recibir de los suyos una ofrenda de gratitud.


CONCLUSIONES:

·      El sábado es el séptimo día; el domingo es el primero de la semana.
·  El sábado era día de reposo para el Creador; fue en el domingo que Cristo resucitó y echó la base para el reposo nuestro en redención.
· El cumplimiento con el sábado era obligatorio bajo la Ley, pero el reconocimiento del domingo es un privilegio bajo la Gracia.
·    El sábado señalaba a un pueblo terrenal, Israel, pero el domingo distingue a un pueblo celestial, la Iglesia.
·      El sábado proclamaba lo que Israel podía hacer para Dios; el domingo significa lo que Cristo ha hecho para nosotros.
·      El sábado se celebraba con la ofrenda de dos corderos como holocausto, uno en la mañana y otro en la tarde, y la con lectura de las Escrituras.
·    El domingo se celebra con el partimiento del pan en conmemoración de lo que Cristo ha hecho a nuestro favor, y también con efectuar la ofrenda de los santos.


Que la Ley del Espíritu y la Ley del amor nos guíe a toda verdad y toda justicia. Amen.


“Gracia y Paz”
Aprendiendo la Sana Doctrina
Jorge L. Trujillo, José Ángel Rodríguez.

LA FUENTE DE LA VALENTÍA



Josué 1:8, 9
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.

El mensaje de Josué, capítulo 1, es para todos los hijos de Dios. Los principios eternos de la Palabra de Dios son tan pertinentes para nosotros hoy como lo fueron para el antiguo pueblo hebreo. La orden del Señor de esforzarnos y ser valientes sigue estando vigente, ya que su promesa está con nosotros en todas las circunstancias. Además, sigue siendo cierto que la fe y la valentía se desarrollan en los creyentes que meditan con regularidad en la Palabra.

El temor, la antítesis de la valentía, nace de la desobediencia al Señor, de la falta de fe en Él, y de las dudas acerca de su voluntad o sus caminos. El peso y el inhibidor poder del temor pueden paralizar a una persona como los grilletes a un preso. Pero la Biblia contiene verdades, promesas y principios que rompen esas cadenas.

¿Haz notado tu alguna vez que enfocar la mente en la Palabra de Dios sosiega tu espíritu? En ese silencio, la fe hace que el temor se esfume. Las revelaciones de Dios en cuanto a sí mismo en la Biblia son capaces de agudizar nuestra percepción en cuanto a todo lo que estemos enfrentando. Podemos ver la verdadera naturaleza de un asunto, que no es más grande que nuestro Dios. Como resultado, nos quitamos el peso de nuestras cargas y, en vez de eso, desarrollamos una confianza arraigada profundamente en la bondad y la soberanía de Dios. Esa es la definición de valentía.

La exhortación de Dios a Josué: “Esfuérzate y sé valiente” (Josué 1:9), es también para los creyentes de hoy. Al igual que los israelitas, luchamos contra enemigos poderosos. No cedas al temor, sino rompe su control con las poderosas palabras de la Biblia, y vive con confianza.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

ORACIÓN



Bendito Dios, gracias por tu Santa Palabra que nos muestra tu fidelidad y tu amor infinito para con tus hijos. Ayúdame a creerla de todo corazón y a aplicarla en mi vida, sobretodo en situaciones difíciles en las que la fe flaquea. Que tenga yo la convicción absoluta que dentro de la tormenta está tu mano poderosa, y que pronto estaré disfrutando de un precioso amanecer. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

NO PEQUES MÁS



Juan 5:14
“Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor”.
 
Si echamos un poco la mirada atrás, de seguro recordaremos muchas de las cosas que Dios ha hecho por nosotros, sanado de alguna enfermedad pequeña o desahuciable, algún espíritu inmundo expulsado, problemas económicos resueltos, hogares destruidos que han sido restaurados, alcohol, drogadicción, fornicación, o simplemente nos hizo un lindo y perfecto día justo cuando lo necesitábamos porque teníamos una reunión en la iglesia o con nuestra familia.

Una de las cualidades que más resalto de Dios, es su capacidad para enamorarnos, cómo cada día hace cosas hermosas por nosotros, por ello no entiendo, cómo después de haber conocido a Dios, halla quien se quiera alejar, volver a ese lugar de donde fue rescatado, bien lo compara la palabra como “el perro que vuelve a su vómito”. Este hombre había sido sano, y se halla en el templo, pero su corazón no era conforme al corazón de Dios. El mismo sanador, el mismo autor de la vida, tiene que aconsejarle una vez más, mira… “no peques más…” ya has sido rescatado, valora lo que tienes, no sea que otro tome tu corona.

“Gracia y Paz”
Pensamiento Diario

EL AMOR INFINITO DE JESÚS



Juan 15:13
“Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos”.

Cuando nos rebelamos contra Dios, probablemente los ángeles dudaban de si habría una manera de salvarnos. A lo mejor, Satanás creyó que no tendríamos una salida, pero la sabiduría de Dios concibió un plan; un plan que necesitaba el sacrificio de la vida del Hijo de Dios por nuestros pecados. El sacrificio demandaba una muerte larga y cruel, ¡y está asombroso pensar que Jesús tuviera tanto amor por nosotros que aceptó las condiciones de nuestro rescate, y se entregó voluntariamente.

Nadie tiene más amor que esto, que se sacrifique por sus amigos. ¡Qué amor infinito, que hasta los ángeles no lo pueden comprender!

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día