lunes, 27 de agosto de 2012

EL AGRADECIMIENTO PUEDE RESTAURAR Y FORTALECER TU MATRIMONIO


Efesios 5:20
“dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos los unos a los otros”.

Demos gracias a Dios primeramente por todo, por ser hijos de EL, por la vida, por la salud, por el esposo(a) y los hijos, por el agua que nos da, por estar con nosotros en toda dificultad aunque no le veamos, por la provisión, por todo lo que nos ha permitido disfrutar, etc.

¡Agradecer es reconocer y manifestar gratitud a otra persona por un bien recibido!

Agradecer es reconocer que hemos sido bendecidos en alguna manera, que se nos ha suplido una necesidad o un bien importante en nuestra vida. Agradecer siempre produce paz, alegría, entusiasmo y una sensación de fe y esperanza. Agradecer es una acción que nos ayuda a vencer el orgullo en nuestra vida.

Agradecer es un mandato divino que produce bendición en el que agradece y el que recibe el agradecimiento. Agradecer produce conexión con Dios y con las personas a quienes agradeces.

¡Una persona agradecida genera conexión con personas a su alrededor y esa conexión produce muchas bendiciones!

1 Tesalonicenses 5:18 
“Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Todos los matrimonios tenemos conflictos, pero al menos la gran mayoría hacemos muchas cosas buenas por nuestro cónyuge. Sin embargo es poco común que los cónyuges se agradezcan por todas las esas cosas, grandes y pequeñas que se hacen cada día. Cuando tu tomas la decisión de agradecer a tu cónyuge aun por los más pequeños detalles, eso le hace sentir que está haciendo bien las cosas y le estimula a seguirlas haciendo y también a comenzar a hacer aquellas que no está haciendo.

El agradecimiento es una acción que produce vida y agrega valor a las personas. El matrimonio es la relación ideal para ejercitar el agradecimiento. Por cuanto es una relación que comparte muchas cosas, es el ambiente ideal para agradecerse mutuamente por cada detalle de su cónyuge hacia usted. Déle gracias constantemente a su cónyuge por cada gesto o acción a favor de usted. Se sorprenderá de los resultados que vera a muy corto plazo.

Si tu cónyuge no da muchas cosas, agradécele las pocas cosas que da y verás que pronto comenzará a dar más y más. ¡El agradecer produce multiplicación!

Ejemplos de cómo le puede agradecer a su cónyuge:

J     Dale gracias por ser tu compañero(a) en la aventura de la vida,
J     por las muestras de amor que has recibido,
J     por abrazarte de vez en cuando,
J     por escucharte,
J     por estar ahí cuando le has necesitado,
J     por proveer para las necesidades del hogar,
J     por cada detalle o gesto que te ha beneficiado,
J     por ayudarte en las labores cotidianas,
J     por cada oración que hace por ti, etc.

Cuando no agradeces, no valoras y cuando no valoras, puedes perder lo que no agradeciste. La falta de agradecimiento, da la sensación de que no valoras para nada los beneficios que estas recibiendo y la persona que te los está dando, puede sentirse desanimada a seguir dándote esos beneficios. Lamentablemente muchos esperan hasta que ver perdidos los beneficios para valorarlos y darse cuenta de lo orgulloso(a) que fue por no valorar lo que estaba recibiendo. En muchos casos se reconoce muy tarde.

Toma la decisión de valorar cada gesto, cada detalle, cada servicio que tu cónyuge hace por ti. Haz una lista de todas las cosas por las que le puedes agradecer y comienza a darle gracias por cada una de esas cosas y de manera permanente. Tu cónyuge comenzará a valorar y reconocer también lo que tú haces por él (ella) y esa actitud generará un ambiente muy agradable en el hogar.

Practica también darle gracias a tus padres, a tus hijos, a toda tu familia, a la familia de tu cónyuge, a tus compañeros de trabajo, a tu jefe, a tus socios, a tus vecinos, a todas las personas a tu alrededor y muy pronto comenzarás a cosechar grandes bendiciones a tu vida. Como hijo(a) de Dios comienza a practicar el agradecimiento genuino por todo lo que recibas y se modelo del Cristo que está en ti, para que de esa manera impactemos al mundo a nuestro alrededor como hijos de un Dios amoroso que mostramos agradecimiento permanente por todo.

Comencemos hoy mismo una campaña de agradecimiento permanente y por todo lo que recibimos, comenzando por darle gracias a Dios por lo que tenemos y por lo que nos hace falta. Llamémosle la Terapia del Agradecimiento. De seguro producirá abundantes bendiciones a la vida de muchos y de nosotros mismos. Restaurará relaciones y fortalecerá las que ya tienes. Producirá entusiasmo y te conectará con personas idóneas y te dará la oportunidad de evangelizar a muchos para la gloria de Jesucristo.

Tu matrimonio y tu familia es el regalo mas preciado que Dios te ha dado. ¡Cuídalo!

“Gracia y Paz”
Noviazgo y Matrimonio

UNA COSA TE FALTA


Lucas 10:41-42
“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.

Lucas 18:22
“Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme”.

A veces nos sorprendemos al ver que alguien que tenía «todo para ser feliz» termine suicidándose. La Biblia emplea una expresión opuesta: “sólo una cosa” cuenta realmente para ser feliz.

El evangelio de Lucas nos habla de un joven rico que buscaba ardientemente la paz interior (Lucas 18:18). Jesús le dijo: “Aún te falta una cosa”, es decir, ser capaz de compartir sus riquezas con los pobres. Su dinero invadía su vida y le causaba muchas preocupaciones. Estar demasiado atados a nuestros bienes materiales hace que seamos infelices y dejemos a Dios en un segundo plano.

El mismo evangelio nos presenta a Marta trabajando sin cesar, preocupada en servir bien a sus invitados. El Señor Jesús le dijo: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria” (10:41-42). María, su hermana, había comprendido la única cosa importante en esta situación: detenerse para escuchar a Jesús, buscar su compañía y aprovechar su presencia. En esos momentos es cuando retomamos la fuerza interior para cumplir seriamente con las obligaciones del trabajo, con interés y gozo, sin desmayar.

Para el apóstol Pablo, “sólo una cosa” contaba: desplegar todos sus esfuerzos para conocer y servir mejor a su Maestro. Él es el único capaz de satisfacer nuestras aspiraciones más secretas y profundas (Filipenses 3:14). Si éste también es el objetivo de nuestra vida, tendremos la «única cosa» necesaria.

“Gracia y paz”
La Buena Semilla

LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN


Hemos escuchado mucho la frase “debemos de interceder por esa persona”, pero sabemos realmente en que consiste la intercesión?. La intercesión es la acción de una persona que toma el lugar de otra para suplicar o defender el caso de ésta, guiado por el amor y la misericordia. La persona que intercede se llama “intercesor”. El mejor ejemplo de un intercesor lo encontramos en Jesús, que tomó el lugar nuestro para expiar nuestros pecados en la cruz a fin de que fuéramos perdonados por el Padre (Lucas 23:34) Otro ejemplo en la palabra de Dios lo encontramos en Ezequiel 22:30 cuando Dios dice que El no quería destruir la tierra, por lo que buscó si había un hombre (intercesor) que se pusiera delante de El, en la brecha, rogando, intercediendo a favor de la tierra, para que no la destruyese.

La intercesión es la forma más profunda, amorosa y poderosa de orar conforme a la palabra de Dios y es una obligación fundamental de todo cristiano. La oración intercesora verdadera tienen que ser dirigida por el Espíritu Santo.

Muchas veces se confunde interceder con orar. La diferencia es que la intercesión siempre es a favor de otro y la oración es a favor nuestro. Para tener una mayor claridad sobre que significa interceder y cual es la oración intercesora, veamos las diferentes clases de oración que hay en la Biblia:

LA ORACIÓN DE FE: Es la oración de petición, la oración que cambia las cosas (Mateo 21:22), Marcos 4:24) Basadas en la voluntad de Dios para que sea eficaz.

LA ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN: Para hacer conforme a su voluntad (Lucas 22:42)

LA ORACIÓN DE ENTREGA: Entregándole a Dios todos nuestros afanes, necesidades, pecados, miserias, etc. (1a.Pedro 5:7).

LA ORACIÓN DE ADORACIÓN: Cuando durante las oraciones alabamos y bendeimos a Dios (Hechos 13:1-4, Lucas 24:52-53).

LA ORACIÓN DE ACUERDO: Dos personas que se han puesto de acuerdo para solicitar a Dios (Mateo 18: 19-20).

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU: Orando en todo género de lenguas (1a.Corintios 14:14-15).

LA ORACIÓN DE UNIDAD: Como oraban los apóstoles (Hechos 4:23-31).

LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN: Cuando suplicamos por otros con amor, dolor y autoridad.

En la oración de intercesión es orar por otros. Un intercesor es uno que toma el lugar o súplica en el caso de otro. Cuando usted ora de esta manera, usted está intercediendo:

“Intercesión puede definirse como la oración santa, llena de fe y perseverante con que alguien suplica a Dios en nombre de otro u otros que desesperadamente tienen necesidad de la intervención de Dios”.

Es en este tipo de oración la base bíblica de la intercesión y sobre nuestro modelo para la intercesión es el Señor Jesucristo, Este es un ministerio importante.

La intercesión es evidentemente importante debido al énfasis que Jesús colocó sobre ella en su propio ministerio terrenal. Su importancia también se revela en el registro Bíblico que está lleno de historias de hombres y mujeres que experimentaron resultados poderosos a través de la intercesión eficaz.

A través de la intercesión eficaz, usted puede entrar en el mundo espiritual en cualquier parte. Sus oraciones no tienen ninguna limitación de distancia pues ellas pueden penetrar las naciones inalcanzadas y pueden cruzar las barreras geográficas, culturales y políticas. Usted puede afectar el destino de individuos y naciones enteras. Usted realmente puede ayudar a salvar las vidas y almas de hombres y mujeres, muchachos y muchachas y puede extender el Evangelio del Reino de Dios alrededor del mundo mientras usted intercede en oración.

La Biblia registra que el propósito de Dios al enviar Jesús era para Él servir como un intercesor:

“Vio, pues, que no había nadie, y se asombró de que no hubiese quien intercediese. Por tanto, su propio brazo le produjo salvación, y su propia justicia lo sostuvo” (Isaías 59:16).

“Gracia y Paz”
Verdadera Vida Cristiana


Lucas 9:22-23
“Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.

En el Internet de vez en cuando hace su aparición un correo electrónico que muestra una secuencia de imágenes, las cuales son caricaturas que representan a un hombre cargando una cruz, y a su alrededor un grupo de personas cada una de las cuales lleva también sobre sus hombros su correspondiente cruz. En el segundo cuadro, este hombre se está quejando por el peso de su cruz, y le pide a Dios que la acorte un poquito. En la tercera escena, el hombre aparece cortando la cruz, y entonces se para y continúa su camino, aparentemente un poco aliviado del peso. Pero en el próximo cuadro de nuevo se queja por la incomodidad que le ocasiona su carga, y vuelve a pedirle a Dios que la acorte otro poquito para poder cargarla mejor. El Señor lo complace de nuevo, y ahora con la cruz mucho más corta y liviana, el hombre se muestra muy complacido y muy agradecido a Dios. En la próxima imagen se observa una profunda grieta en el camino suficientemente ancha como para impedir que ellos continuaran su recorrido. En la siguiente escena se ve a las demás personas colocando sus cruces sobre la grieta a modo de puente, lo que les permitió cruzar al otro lado y continuar su camino. Sin embargo, cuando el hombre quiso hacer lo mismo no pudo, pues su cruz ahora era demasiado corta para servirle de puente. Seguidamente, el hombre aparece completamente derrotado emocionalmente ante una situación que no parece tener solución. Y allí, completamente solo, sin esperanza de poder continuar el camino como todos los demás, cae de rodillas, con su cabeza baja y su corazón destrozado. En el cuadro final se ve la mano de Dios extendiéndole una cruz del tamaño de la original, la cual pudo usar como puente para continuar su camino.

Al hombre de esta ilustración, sin dudas, le disgustaba enormemente cargar su cruz, la cual le parecía demasiado pesada. Al final vemos que Dios tenía un propósito al permitir esa carga sobre él. Las dificultades, aflicciones y sufrimientos de esta vida constituyen la cruz a la que Jesús se refiere en el pasaje de hoy. Él exhorta a sus seguidores a “negarse a sí mismos”, lo cual no es más que renunciar a la natural tendencia humana de poner en primer lugar su propio bienestar rechazando el sacrificio y las incomodidades, y a tomar su cruz cada día de su vida.

La mayoría de los cristianos, aun habiendo creído en el poder de la cruz del Calvario prefieren una vida de comodidades sin sacrificios ni inconvenientes. O bien rechazan cargar su cruz o tratan de hacerla cada vez mas pequeña y menos pesada. Nunca debemos de olvidar que Dios siempre tiene un propósito en nuestras vidas, sus planes para nosotros son buenos, pero hay que seguir sus instrucciones, y muchas veces obedecer al Señor es difícil porque tenemos que actuar en contra de nuestra naturaleza carnal. No es fácil lograrlo, pero la recompensa es maravillosa. A Jesús no le resultó fácil el camino al Calvario, tuvo que cargar una pesada cruz, durante todo el camino recibió latigazos, golpes, humillaciones de todo tipo, y aun así, siendo inocente calló y soportó el injusto castigo que culminó con su muerte clavado en aquella cruz. Pero al tercer día resucitó de los muertos, y dice la Biblia que entonces “Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11).

¿Sientes que tu cruz es muy pesada? Pídele al Señor que te de fuerzas y que aumente tu fe para que puedas continuar tu camino confiando que Dios está en control, y que él tiene un propósito detrás de la prueba, y que ese propósito es bueno para ti y tu familia.

ORACIÓN:
Padre santo, te ruego me ayudes a cargar con dignidad la cruz que tú me has asignado, y sobretodo con la absoluta seguridad de que tú estás en control, y cuidas de mí durante mi prueba. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

LA NUEVA NORMALIDAD


Hebreos 4:15
“… no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, […] tentado en todo […], pero sin pecado”.

Un pastor, capacitado para aconsejar en casos de traumas emocionales y sufrimiento, comentó que el mayor desafío para quienes sufren no es la tristeza que sigue a la pérdida, sino la adaptación a una forma de vida diferente. Lo que antes parecía normal tal vez nunca vuelva a ser así. Por eso, el reto para aquellos que brindan ayuda es colaborar con esas personas mientras se adaptan a la «nueva normalidad». Es probable que esta ya no incluya una buena salud, relaciones interpersonales apreciadas ni un trabajo satisfactorio. Tal vez implique vivir sin un ser amado que ha muerto. La gravedad de tales pérdidas nos obliga a vivir una clase de vida distinta, independientemente de lo incómoda que pueda resultar.

Cuando nos llega la «nueva normalidad», es fácil pensar que nadie entiende lo que sentimos. Pero no es así. Parte de la razón por la que vino Jesús fue para experimentar cómo era vivir entre nosotros, lo cual dio como resultado su ministerio presente: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15).

Nuestro Salvador vivió una vida perfecta; sin embargo, también pudo conocer el sufrimiento de un mundo arruinado. Él soportó tristezas y padeció agonía, y está listo para alentarnos cuando los momentos oscuros de la vida nos obliguen a experimentar una nueva normalidad.

En nuestro desierto de sufrimiento, Cristo nos provee un oasis de esperanza.

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LEA: Hebreos 4:9-16
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Biblia en un año: Jeremías 30–32
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

LA OBRA COMPLETA DE JESÚS


Gálatas 3:26
“Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”.

Desde el principio de la carta de Pablo a los Gálatas hasta este verso 26 de capitulo 3, Pablo destroza la idea de añadir algo que nosotros hacemos a la obra completa de Jesús cuando murió en la cruz; algo que tal vez hará más segura nuestra salvación. Pecadores que somos, es difícil deshacernos de la idea que quizás podemos contribuir a lo que Cristo hizo en la cruz; tal vez una jornada, tal vez unas velas, oraciones memorizadas, obras de caridad, o un sinnúmero de otras cosas que vienen de nosotros. ¡NO, NO, y NO! Gálatas 2:16 dice: “Por las obras de la ley nadie será justificado”.

Dios dice, “todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia”. En las palabras de un himno favorito de Charles Spurgeon: “No traigo nada en mis manos, solo me aferro a tu cruz”. J. Vernon McGee: “Jesús lo pagó todo, todo le debo a él”.

No es cuestión de lo que nosotros hacemos sino lo que ÉL hizo. “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” Gálatas 3:26. Gracias Dios por Jesús nuestro Salvador. Amen.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

LA SANTIFICACIÓN: EL GRAN PLAN DE DIOS


Jeremías 29:11
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.

El Padre celestial tiene un plan grandioso para la vida de cada uno de sus hijos, y puede resumirse en la palabra santificación. Si usted nunca ha estado seguro del significado del término, no es el único; muchas personas no tienen clara su definición. Pero los creyentes debemos entenderlo, pues esa palabra nos define.

En su forma verbal --santificar-- el término significa "hacer santo" o "apartar". Por eso, cuando algo es santificado, es apartado de su uso común anterior y dedicado a propósitos sagrados. El Antiguo Testamento menciona varias cosas que el Señor santificó entre ellas: el séptimo día y a la tribu de Leví como sacerdotes, e incluso consagró lugares como el lugar santísimo dentro del tabernáculo (Génesis 2:3; Números 3).

El Padre celestial sigue santificando a las personas en el presente. Antes de que alguien ponga su fe en el Salvador, está muerta espiritualmente y, en realidad, es enemiga de Dios (Efesios 2:1-3; Romanos 5:10). Pero en el momento que decide confiar en Jesucristo, sus pecados son borrados y es adoptado en la familia de Dios. Esa persona es apartada como un hijo de Dios, con un propósito sagrado. Esto significa que los creyentes no estamos aquí para ir tras nuestro beneficio personal, sino para servir al Señor y darle honra y gloria.

Como miembros de la familia de Dios llamados a reflejar su gloria, a los creyentes se les conoce como "santos". Se nos ha dado este apelativo --que comparte su raíz con santificación-- no porque estemos sin pecado, sino porque vivimos una vida congruente con Aquel a quien representamos.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria